No indemnizará por la nacionalización de la fundidora Vinto
El Gobierno de Evo Morales no indemnizará a la transnacional Glencor, la misma que se quedó con el 51% de la refinería de ECOPETROL, Cartagena, por la nacionalización decretada el viernes 9 de febrero, de la metalúrgica Vinto, y más bien iniciará demandas judiciales a los responsables de la venta de esa procesadora a la compañía suiza. Ver nota completa de agencias de La Paz, Bolivia
"No tenemos nada que indemnizar y vamos a realizar una auditoria técnica y jurídica hasta establecer responsabilidades penales por la forma en que la fundidora Vinto" fue transferida, dijo el pasado 9 de febrero el ministro de Minería, Guillermo Dalence.
La Empresa Metalúrgica Vinto era del Estado. La Compañía Minera del Sur (Consur), cuyo principal accionista era el depuesto presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2001-2003), compró la fundidora y luego la vendió a una subsidiaria de Glencore.
Dalence dijo que la privatización "fue fraudulenta".
La compañía suiza no se ha pronunciado hasta ayer y tampoco ha reclamado al Gobierno por la expropiación de la metalúrgica ubicada.
Dalence aseguró que los obreros de la empresa cumplían con normalidad sus labores el sábado y que sólo fueron cambiados cinco funcionarios "ejecutivos y administrativos".
"No hubo ninguna paralización de las labores. Me reuní con los trabajadores (el sábado) y todos ratificaron su entusiasmo para impulsar la empresa", dijo.
"Hasta ahora no hemos recibido ningún reclamo", puntualizó.
Es la segunda nacionalización que ejecuta Morales desde que asumió el Gobierno en enero de 2006. En mayo de ese año aplicó la misma medida para "recuperar la propiedad de los hidrocarburos", sin expropiar bienes de las petroleras.
El viernes, el Mandatario señaló que "todas las empresas" mineras que fueron de Sánchez de Lozada serán nacionalizadas.
Varias de ellas son ahora de la compañía Sinchi Wayra, subsidiaria de la transnacional suiza.
Los trabajadores de Vinto exigen la promulgación de otro decreto por el que se garantice la estabilidad laboral de quienes antes dependían de la transnacional Glencore.
Un voto resolutivo emitido por los obreros pide que el Gobierno respete todas las conquistas sociales logradas de los empresarios privados para favorecer al sector laboral. Asimismo, piden continuidad laboral ininterrumpida
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