martes, 23 de enero de 2007

La partida de Yanovich de ECOPETROL Un cuatrenio de infamias contra el pueblo colombiano



Se ve muy feo así,al revés, pero siempre estuvo en el lado opuesto a los intereres nacionales; no lo podemos ver de otra manera los trabajadores de Ecopetrol. Además, nunca se va a enderezar, estará siempre al servicio de las multinacionales a las que le sirvió como uno de sus mejores agentes.

Se marcha definitivamente el nefasto Isaac Yanovich de ECOPETROL. El 26 de octubre regresa por entero a sus ricos negocios privados. Fueron cuatro largos años de servirle a las multinacionales y el gran capital desde la presidencia de la primera empresa de todos los colombianos.

Desde su posesión en agosto de 2002, colocado allí por Uribe, obedeció al pie de la letra las órdenes del Fondo Monetario Internacional que con sus recetas neoliberales, determinó privatizar ECOPETROL.

La culminación servil de este agente de las petroleras fue la radicación, hace unos días en el Congreso, del proyecto de ley que privatiza en un 20% la empresa, pero dejando abierta la puerta para enajenarla por completo al capital privado.

Pero ya antes Yanovich, en este periodo de afrentas, condujo a la empresa por el camino de la entrega de su patrimonio, cercenando de un tajo inmensos recursos destinados al presupuesto nacional que irían a salud, vivienda y saneamiento básico.

No otra cosa es la venta de los principales activos como las estaciones de Terpel, los oleoductos a Ocensa, la Plataforma de Chuchupa Ballenas, la refinería de Cartagena, así como la escisión de Ecogas, la prorroga de los contratos de asociación para extenderlos hasta el agotamiento de los yacimientos y la entrega de los crudos pesados a las transnacionales. Para no hablar de la pérdida de la unicidad de la empresa con su Agencia Nacional de Hidrocarburos.

Y maestro absoluto de la mentira como su mentor Uribe, se burló de todos los colombianos al pisotear el acuerdo firmado entre el gobierno, Ecopetrol y la USO, con la participación como garantes de la Iglesia Católica, la CUT y el Concejo de Barrancabermeja, que puso fin a huelga patriótica de 35 días en mayo de 2004, señalando el compromiso de no privatizar a Ecopetrol, dotarla de autonomía financiera y adelantar el Plan Maestro de Cartagena, nombre con el que se conoce la ampliación y modernización de la refinería de dicha ciudad.

No satisfecho con tanta infamia, se preció por su mano dura contra los trabajadores llegando al cinismo de contestar con un contrapliego, en abril pasado, a las justas peticiones laborales, que gracias a la resistencia obrera, la solidaridad internacional y la presión de la Oficina Internacional del Trabajo, debió ser recogido.

Sin embargo, en este periodo llevó a cabo el más severo recorte de la nómina de trabajadores directos y la disminución de los derechos laborales de todos los trabajadores al imponer, mediante el pasado laudo arbitral, la más violenta persecución y el desmonte de los derechos convencionales para los trabajadores a término fijo y de contratistas, eliminando la posibilidad que estos tengan el derecho al empleo y salarios dignos.

Los planes voluntarios de retiro, las amenazas y los despidos acabaron la nómina directa. Hoy la mayoría de quienes laboran en la empresa son ocho mil contratistas que ganan 18 mil pesos por trabajar 12 ó 16 horas diarias. Y los trabajadores temporales con más de 18 años de servicio y 30 de vinculación, fueron sacados a la calle sin ninguna consideración, muchos de ellos muriéndose por las enfermedades profesionales que adquirieron.

La primera empresa de los colombianos, que ganó en el 2005 más de de 3.7 billones, tiene 3.2 millones de dólares en un fondo de reservas y otro tanto en inversiones temporales poco rentables, no puede resignarse a ver esquilmada toda su riqueza, construida con el esfuerzo de la nación entera, y que agentes apátridas como Yanovich contribuyeron a debilitar atentando contra el erario público.

En estos momentos en que parte el peor de los administradores de los intereses nacionales en ECOPETROL, solo podemos decirle a los trabajadores y trabajadoras de la empresa, a los colombianos y colombianas, que como luchadores que hemos sido y seguiremos siendo por la defensa de esta gran obra de todos, que nos anima el más profundo sentimiento de repudio a todo lo que constituyó este nefasto cuatrenio que ninguna obra buena dejó para el pueblo colombiano.


Unión Sindical Obrera
Junta Directiva Nacional
Barrancabermeja
Octubre 26 de 2006

No hay comentarios: